Desde pequeñas que nos hablan del amor de nuestras vidas, lo planeamos, lo imaginamos, su cara , su nombre, su oficio, deportista, trabajador, vago ,morocho, alto , rubio ... como sea .
El gran amor , el amor de nuestras vidas ,siempre oímos hablas de aquel principe azul en un caballo gigante , que nos rescata de todo mal , que nos libera y nosotras como lloronas empedernidas abrazadas a la tradición de esperar a el hombre .. rogamos por su llegada ...
pero el tiempo y la conciencia nos hizo pensar ... ¿Ese principe azul llega a hora y tiempo? , tantos momentos planeando el encuentro .. como se nos iba a declarar , el primer beso, la propuesta a matrimonio , en tres segundos imaginabamos una vida entera con hijos y miles de generaciones llenas de felicidad , pero .... el reloj marca, los dias pasan , y los años también ¿ Y mi destino se habrá olvidado de avisarle a mi principe azul que es hora de venir a rescatarme? .. Por dios , encuentros y desencuentros, ¿ se habrá equivocado de persona? , y habrá alguna suertuda que hoy tiene dos .
Y es en ese momento que desconfiamos de la historia de Cenicienta, Blancanieves, la Bella Durmiente y de nuestra propias abuelas que pasan años y años al lado de un mismo hombre ... desconfiamos de encontrar ese hombre para toda la vida y tememos en que nosotras no fuimos elegidas para ese destino .. nos preocupamos , por momentos creemos que todo el mundo esta de novio , menos nosotras y nos sentimos victimas de un hechizo de la bruja malvada que encierra a el principe y no deja que venga a despertarnos .. y nuestro cuento de hadas se convierte en el diario de una joven desesperada en busca de su principe .. y peor de todo es que no nos damos cuenta que nuestro principe lo tenemos justo en frente de nuestros ojos pero la única diferencia es que no tiene espada , no esta arriba de un caballo y no es azul.
viernes, 21 de mayo de 2010
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Jajajajajaja.
ResponderEliminarNo sé por qué me causó gracia. Es buenísimo!
He aquí la verdad absoluta.
Un beso grandeeee :)
claramente de acuerdo.hace falta agregar que sos genial ?
ResponderEliminaralguna vez me enamora de una princesa que me hizo un traje de principe azul, con espada, con valentia, con orgullo, con caballo, con un reino, con futuro y final feliz... fuimos tan felices hasta que con el paso del tiempo, ella seguía mirando embobada ese traje de princepe azul, que sequé tras de esa mascara inquebrantable.
ResponderEliminarhoy prefiero mostrarme tal cual, nada de principes ni princesas, nada de ser otros perfectos... y me basta y sonrío sin máscaras.
:)